Un trozo de una nueva obra

La historia de Eddie, yo y los maidens..........

En aquella noche donde la oscuridad me atemorizaba, sabía que algo se escondía en aquel parque por el que cruzaba a eso de dos minutos para media noche.

Mi fobia crecía a medida que pasaba, mi mente se agitaba, imágenes extrañan pasaban por esta <<¿qué habrá?>>.

Mis preguntas no se aclaraban, así fue como decidí entrar a la oscuridad, dejando de lado toda cobardía.

Al entrar en esta, mis miedos crecieron, sentía que alguien me observaba, alguien que no era humano, o si lo era, era el peor de todos. Pero cuando por fin llegue al final, vi que no había nadie. O eso pensé antes de darme la vuelta para seguir mi camino.

Un as de luz roja, brillante como un rubí; esta luz fue tan fuerte que simplemente caí al piso, perdiendo toda noción y fuerza.

Al despertarme, mi mente estaba en blanco, necesitaba un momento para pensar y retomar las memorias de mi mente.

No sabía si creer lo que había visto aquella noche, no sabía si podía creer si era solo un sueño o una realidad. Si fue un sueño, era el reflejo de los pensamientos mas oscuros de mi ser. Por que en mis sueños, siempre esta ahí, aquellos demonios que torturan y tuercen mi mente y me hacen explotar.

Ahhhhhhhhhhhhhhhhh….- se escuchó un grito a lo lejos.

La noche volvió a mí, se puso negra, sentía que aquel ser que me observaba aquella otra noche había vuelto.

Pero mi mente volvió a turbarse, y desperté otra vez. Pero en este momento, no era en una noche como las otras, era aun mas extraña. Por las solitarias calles, pasaban con gran velocidad seres, seres que aparentaban ser humanos, como yo, pero eran diferentes, tenían una piel distinta.

Eran arrugados, estirados, oscuros, color de metal oxidado, parecían viejos cadáveres; sus dientes eran enormes y blancos, afilados, puntiagudos, eran verdaderamente extraños.

Uno de estos corría diciendo :- ¡Asesinos! ¡asesinos de tras de ti!

Volteé rápidamente mi cabeza para ver, pero fue muy lento, ya que una de estas extrañas criaturas, corría velozmente hacia mi, con un hacha manchada de sangre. Sus facciones me asustaban hasta la mas profundo de mí. Pero el que gritaba, ágilmente lo tumbó al piso y me dijo que lo siguiera. Y a si fue como corrí para mantener su paso.

Al cabo de 10 minutos corriendo por la ciudad, que tenía un algo que me hacía pensar que ya había estado allí, nos detuvimos. Fue ahí, donde una vez que retomó el aliento dijo:

-Soy Eddie, un maiden, ellos también lo son- hizo una pausa para tomar aliento.-Estas en la ciudad de Transilvania, la cual, ha sido afectada por un grupo violento, los cuales llamamos Killers, como el que se te  acercó…

-¿Qué quería?- interrumpí-

Solo buscan presas frescas. Y no eres de por aquí, se nota en tus usanzas, además de que faltaban dos minutos para media noche, momento en el que los últimos Killers capturan para sesearse.

-¿Qué hago aquí?.-Pregunté

-Has de ser un viajero del pasado, estabas en algún lugar en el pasado.

-Por lo tanto estoy en algún lugar del futuro…

-Eso es correcto, pero debemos apurarnos, ya que debemos llegar donde el Ed el cazador, el único que podría ayudarte a volver.

-De acuerdo…

Y fue así como continuamos la corrida.

Mientras corríamos por las vacías calles e encrucijadas, pensaba como había desperdiciado tantos años y amores. Como había sido posible que sobreviviera día a día, sin ideales, sin sueños. Sin embargo,  sabía algo, que era el momento en el cual podría cambiar, y finalmente hacer algo importante para mí mismo.

La lluvia comenzó a caer mientras transitábamos.

Ya una vez que sonó la última campanada de después de media noche, caminamos en lugar de correr. Deambulábamos tranquilamente, el adelante y yo a unos metros de él, sin alejarme mucho. Pero, en aquella lluvia, pensaba. Pensaba a cosas extrañas, tales como cuando podría detener la lluvia con el viento, y cambiar. O en aquel momento, de aquella edad de la inocencia. Aquella inocencia que me permitía soñar, hacer lo que me gustaba, y que había perdido hace mucho.

No quería mas mentiras, quería algo mas brillante que miles de soles. Quería algo por lo que vivir. No podía ser quien quería, sin seguir la libertad, y ahora era el momento tenerla y cumplir todo.

Solo había una frontera esa frontera era.......