Los caballos corrían a gran velocidad, las
armaduras de los jinetes y nobles caballeros tintineaban con gran fuerza,
aquellos hombres se dirigía a la pelea por la causa mas noble y justa que jamás había existido para
ese momento, la batalla contra los musulmanes.
En aquel valle, se encontraban dos de
los franceses mas valientes, Pier y DePaul, quienes luchaban por su reina, por
la patria, por la iglesia y en nombre de Dios.
La batalla estaba predicha como una
victoria segura para los europeos, quienes se suponía que duplicaban en numero a los
árabes.
Sin embargo, no fue así como ocurrió. Al llegar a la
sima de la colina, divisaron al menos unos cuatrocientos árabes, que se enfrentarían hasta la muerte contra los
200 caballeros del norte.
Sin embargo los nobles caballeros se dirigieron
al campo de batalla, lucharon con gran valentía, sin embargo, después de varios
minutos de combate, se sabía que era una batalla sin sentido aparente, estaban
siendo destruidos, y uno de los grandes comandantes ordenó retirada.
Pero fue en este punto, cuando se
causaron mas muertes, los hombres corría por doquier,
y cada vez se separaban mas aquellos
grupos, convirtiéndolos en presa fácil para los hábiles arqueros
del enemigo.
Entre estos estaban Pier y DePaul,
quienes corrieron hasta llegar a un viejo puente a medio caer, decidieron
pasar. DePaul, cruzó sin problema aparente, Pier, inicio a cruzar el puente
poco antes de que su compañero arribase al otro lado, el puente comenzó a crujir, no
aguantaría el peso de
aquellas grandes armaduras, sin embargo, se dieron cuanta muy tarde y ambos cayeron
al río. En medio de la
desesperación y del ahogo,
unos hombres los salvaron, eran aquellos hombres con los que estaban luchando.
Uno de ellos dijo en una especie de latín ibérico:
-Han sido capturados, portaros bien y
os llevaremos con vida hasta el castillo.
Después de esto, unos guerreros,
tomaron unos mazos y les golpearon la cabeza.
Al cabo de días, despertaron, en una sucia
celda, llena de ratas, goteras, con signos de uso y aun mas, sin embargo, tenían todo con lo
que cayeron, a acepción de sus armas por obvias razones.
Después de que pasaron algunas horas
desde que despertaron, trajeron a otro hombre, que no tenía la apariencia de ser un noble
caballero, mas bien de ser un escudero.
Las interrogaciones fueron bastantes,
las torturas, los golpes, todo era crudo, de bastante, incluso para caballeros
de tal calidad como lo eran ellos.
Sin embargo, un día las cosas se pusieron mejores.
Aquella calurosa noche de verano, un
hermoso cantar femenino despertó a los nobles caballeros y al escudero, sin embargo,
solo DePaul tenía vista a lo que
pasaba. Era de seguro una noble doncella araba, que cantaba con dulzura para
los guardias, acompañada de bellas damas.
Sin embargo, el noble francés, descubrió al cabo de un
rato, que la hermosa cantante se dirigía asía aquella oscura celda.
Sin embargo el francés no hizo nada.
Mientras aquel hombre veía lo que pasaba,
la mujer dejó caer una carta
en la celda y se fue cantando.
Pier
encontró la carta, y se
la dio a juan, el escudero.
Aunque
tomó varios días, finalmente
entendimos que quería ayudarnos a salir y que tenía mas personas para ayudarnos.
Los
días pasaban, las
torturas continuaban, les hacían constantemente propuestas monetarias para dejarlos
ir, o que racionaran a su pueblo y se unieran a ellos.
Todos
se negaban.
Hasta
que un día, bajaron
personas nuevas, un noble caballero que al parecer también había sido capturado, y otra persona
mas.
Sin
embargo, se supo que algo pasaba, ya que Juan, miro sorprendido a uno de estos.
Todo
sucedió muy rápido.
Y de un momento a otro,
los guardias estaban en el piso. Los caballeros, se reunieron con los
capturados. Ellos sabía que ese debía ser el día de su
escape.
Después de
varias peleas, se reunieron con la hermosa damisela árabe,
comenzaron un plan mucho mas astuto, vestirse de damas y atravesar todo el
palacio.
La loca idea funciono,
pero justo cuando estaban pasando la ultima puerta, dos guardias lanzaron
lanzas, y Juan el escudero y ………… murieron.
El resto lograron huir
en una carretilla donde se camuflaron entre la paja, y a mitad de la noche,
cada uno tomo su camino.
DePaul, volvió a su
casa en Normandía, donde termino su vida como un héroe.
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