Nunca nada me hizo palpitar como un caballo de carreras, excepto tu mirada.
Nunca nada me cautivo, hasta que te escuche hablar.
Nunca nad me hizo feliz hasta que respondiste a mi humilde saludo.
Nunca nada me hizo tan triste, como tu.
Nunca nad me hizo feliz hasta que respondiste a mi humilde saludo.
Nunca nada me hizo tan triste, como tu.
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