lunes, 29 de abril de 2024

Justicia

 Justicia


No hay palabras que hagan justicia a la guerra que se ha dado dentro de mi cabeza desde que te vi pasar por la puerta de aquel bar y desde que te di un último beso sin saber que sería el último. 

Miro al cielo nocturno y las estrellas me dejan taciturno, porque siempre parece que no ha acabado el turno de brillar de tus ojos. Me miro al espejo y tan solo veo los valles moribundos que yacen bajo mis ojos. 

Hablo con otras personas y las ganas no me nacen, mis labios no bailan y mucho menos aceptan invitaciones. Mis manos solitarias lo único que acarician es la soledad que me abruma cada noche. 

Porque durante años intenté buscar algo que había perdido, y en menos de un segundo me hiciste darme cuenta que el tan anhelado tesoro detrás de tus ojos se encontraba. 

Comprendo a la perfección cuanto error he cometido, porque nunca antes mi actuar había sido tan inocente y despreocupado. Pero qué dolor, que este corazón sigas ocupando, nadando a tu antojo como baño privado. 

Y es que me he quedado privado, 

Atontado  y magullado, si respiro muy profundo de repente lo único que puedo oler es el dulce sabor de tu cuello, y mi corazón late y por mis arterias solo se mueve la gélida arena que por dentro me desgarra. 

Veo mil pájaros volar, acechándome, viendo una presa más para la carroña, tirado en la playa, desangrando entre la arena. Las olas van y vienen y con cada paso poco a poco me desvanezco. Pero aún así las únicas plumas que puedo ver son el recuerdo de las tuyas adosadas a mi espalda. 

Y no hay espada que me defienda, no encuentro un alma que me entienda. No encuentro cura que me enmiende. Mucho menos me hago duende para a otro universo escapar.

Y es que es precisamente ese el punto. 

No hay trago que me haga escapar, 

No hay humo que me haga olvidar. 

No hay nada que me aleje de ti, más que tú. 

Sueño con un corazón cobarde, que me permita huir de todos estos pensamientos que a mi alma ponen a arder. Sueño con un corazón cobarde, que se rinda y se aleje, pero él no me lo permite. 

Por el contrario, a tus labios me remite. 

Y tú, tú no me lo permites. 

Mucho menos lo admites. 

Pero que importa ya, 

Quizás sea este el destino final, 

Recuerdos atesorar, y nunca luchar. 

Imágenes de batallas recordar, 

Mientras nos olvidamos de poder amar. 


No hay comentarios:

Publicar un comentario

Translate